Se trata de una feria donde se reunen cientos de artesanos y venden sus productos hechos a mano. Podemos encontrar jabones, joyería, ropa y complementos para niños y mayores... y hasta repostería!
Paseando por los stands pude ver verdaderas obras de arte, trabajos muy elaborados y bonitos. Además, se respiraba buen ambiente y la gente era muy simpática.
Cuando yo llegué estaba empezando una demostración de un chico que pintaba con ceras al calor, inspirándose en el ritmo de la música que sonaba... pero en otros momentos del fin de semana los visitantes pudieron disfrutar de actuaciones musicales en directo y muchas más cosas. Además, había una zona para que los niños hicieran manualidades y disfrutaran del DIY.
Sin duda, una nueva cita en mi agenda para las próximas ediciones; fuente de inspiración y motivación para todo DIYero, y también para saciar la vena compradora ;)
¿Conociais la Molly Market? ¿Ireis a su próxima edición?
Yo el sábado pasé por allí y estaba hasta arriba. Éxito rotundo seguro! Besos!
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